Constantino Cavafis
Ramón Irigoyen, Cielos e inviernos (1979)
Alejandría es un bazar alegre de lujuria
pero también Cavafis tiene que trabajar
veis la desgana con que marcha al Ministerio
pero ya ha terminado la jornada
reparad ahora en sus andares
al volver del trabajo casi trota
y una sonrisa se insinúa en su rostro
el aire es un alivio de jazmines
los muchachos huelen a sol como la tarde sabe a frutas
y el Poeta se acuerda de unos ojos
(μή μοῡ φιλᾶς τἁ μἀτια, ποῡ εἶναι χωρισμός)
Alejandría es un bazar alegre de lujuria
pero también Cavafis tiene que trabajar
veis la desgana con que marcha al Ministerio
pero ya ha terminado la jornada
reparad ahora en sus andares
al volver del trabajo casi trota
y una sonrisa se insinúa en su rostro
el aire es un alivio de jazmines
los muchachos huelen a sol como la tarde sabe a frutas
y el Poeta se acuerda de unos ojos
(μή μοῡ φιλᾶς τἁ μἀτια, ποῡ εἶναι χωρισμός)
de unos ojos amigos de la noche
más azules que el lago Mareotis
ojos maravillosos de muchacho amado en las arenas de un verano lejano
y al recordarlos siente sed y entra en el café de al lado
y al sentarse en la mesa de todos los días
oye los ruiseñores inmortales de Heráclito
y Calímaco le invita a un zumo de naranja
y el Poeta le habla de los amores grasientos de los burdeles
y ahora hasta el zumbido de las moscas es música
y el Poeta baila borracho hasta la madrugada porque mañana es fiesta.

Wilhelm von Gloeden, n. 0045 Terra del fuoco (1895)
ojos maravillosos de muchacho amado en las arenas de un verano lejano
y al recordarlos siente sed y entra en el café de al lado
y al sentarse en la mesa de todos los días
oye los ruiseñores inmortales de Heráclito
y Calímaco le invita a un zumo de naranja
y el Poeta le habla de los amores grasientos de los burdeles
y ahora hasta el zumbido de las moscas es música
y el Poeta baila borracho hasta la madrugada porque mañana es fiesta.

Wilhelm von Gloeden, n. 0045 Terra del fuoco (1895)
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