Clérigo vagante
Luis Antonio de Villena, El viaje a Bizancio (1972-1974)
Andando entre la nieve de góticos aromas,
por los largos caminos de la ancha Europa,
entre catedrales y villas de sombra alargada,
va un hombre mal vestido, de mirada profunda.
Ha leído a Ovidio, latines y bestiarios.
Bebido tal vez de todos los vinos de la tierra.
Fornicado y amado en tabernas y burdeles
con mujeres sin historia y damas de leyenda.
Sabe que la vida es sólo un extraño
hilván de cosas inconexas: placeres y dolores,
ebriedad y miseria, libros y oro.
No hay final o el final nadie lo sabe.
Andando entre la nieve, feliz y beodo,
acaso echado fuera de una casa noble,
masca versos latinos, camino de ninguna parte
el viejo Archipoeta, clérigo en Colonia.
Homo videt faciem, sed cor patet Iovi.
No hay final o el final nadie lo sabe

Het Luilekkerland (1567), Pieter Brueghel El viejo
Andando entre la nieve de góticos aromas,
por los largos caminos de la ancha Europa,
entre catedrales y villas de sombra alargada,
va un hombre mal vestido, de mirada profunda.
Ha leído a Ovidio, latines y bestiarios.
Bebido tal vez de todos los vinos de la tierra.
Fornicado y amado en tabernas y burdeles
con mujeres sin historia y damas de leyenda.
Sabe que la vida es sólo un extraño
hilván de cosas inconexas: placeres y dolores,
ebriedad y miseria, libros y oro.
No hay final o el final nadie lo sabe.
Andando entre la nieve, feliz y beodo,
acaso echado fuera de una casa noble,
masca versos latinos, camino de ninguna parte
el viejo Archipoeta, clérigo en Colonia.
Homo videt faciem, sed cor patet Iovi.
No hay final o el final nadie lo sabe

Het Luilekkerland (1567), Pieter Brueghel El viejo
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